¿Por qué importa la velocidad de carga de una web?

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La velocidad de carga de una web es una de esas cosas que algunas personas descuidan y que, sin embargo, es imprescindible tenerla en cuenta. A continuación te explico el por qué y, lo más importante, los factores que le afectan.

Por velocidad de carga me refiero al tiempo en el que una página está lista para visualizarse y ser usada desde que se introduce su dirección o se accede a ella mediante un enlace.

Para que entiendas por dónde voy, estoy convencido de que esto te ha pasado en más de una ocasión: entras a una web con ganas de leer o hacer algo y resulta que lo único que ves durante un rato que parece eterno es una página blanca como la nieve. Sí, muy bonito pensar en la nieve… ¡¡¡Pero queremos ver la maldita página!!!

Si llevas años en Internet recordarás la oscura etapa en la que las webs en Flash campaban a sus anchas como virus descontrolados. Con esos bonitos pero odiosos mensajes de «cargando…». De verdad, mucha gente se ha quedado calva de tanto tirarse del pelo esperando a que el contenido estuviera disponible. Y lo peor de estas webs es que a veces estaban tan mal hechas que si cambiabas a otra página dentro del mismo sitio volvía a aparecer el «cargando…» durante el mismo tiempo. ¡¡AAAGGHHHRRRR!!

Una web lenta perjudica mucho a tu negocio

La velocidad de carga de una web puede parecer algo banal. Pero si es muy baja estamos hablando de una gran acción de antimarketing. En otras palabras, perjudica mucho a la imagen de marca y puede hacer perder más de un cliente.

Es frustrante

En una época en la que nos gusta lo instantáneo y tenemos muy poco tiempo (y menos paciencia) para cualquier cosa, resulta muy frustrante querer entrar a una página y ver que mientras carga da tiempo de hacerse un café, poner el lavavajillas y diseñar un transbordador espacial cero emisiones.

¿De verdad quieres que los clientes de tu negocio o las personas que quieran algo de tu marca (si es que no te dedicas a vender) te asocien con frustración?

Muchos posibles clientes se irán a la competencia

La frustración generada, que es muy perjudicial, no es lo peor de una velocidad de carga lenta. La peor parte es que, como seguro que tú habrás hecho en más de una ocasión, es muy fácil cerrar la pestaña e irse a la web de la competencia.

Se pierde clientela pero lo más grave es la pérdida de reputación de la marca.

Si la web que ofrece el producto, servicio o información es muy exclusiva y no tiene competencia es difícil que las personas que intenten acceder a ella busquen lo mismo en otro sitio.

Aguantarán en la web, claro que lo harán. Pero acordándose de quien la diseñó. Y no para bien.

Los buscadores pasan de ti

La máxima del posicionamiento SEO es ofrecer contenido de calidad. Es decir, los buscadores compiten entre ellos para dar los mejores resultados de búsqueda y que así los usuarios vuelvan a ese buscador más adelante.

Dicho esto, creo que es lógico pensar que los buscadores ignoran a las páginas que tardan mucho en cargar. Bueno, no es que las ignoren, pero las condenan a los resultados más bajos, sobre todo si la competencia tiene webs más optimizadas.

Por lo tanto, que una web cargue rápido ayudará (y mucho) a que suba posiciones en los resultados de búsqueda.

¿De qué depende la velocidad de carga de una web?

Son varios los factores que contribuyen a que una web cargue más rápido o más lento. Los principales son:

Hosting

Es importante encontrar un buen servidor de alojamiento para tu web. Con bueno no me refiero a caro de forma necesaria, sino que tenga los recursos suficientes para obtener un buen rendimiento acorde a las necesidades específicas de la web.

Los factores que más influyen son:

  • El tipo de almacenamiento (SSD o HHD).
  • La CPU asignada.
  • La ubicación geográfica. Cuanto más cerca esté el datacenter del usuaro que navega por la web, más rápidamente cargará la información. Si los visitantes son de muchos países, la ayuda de un CDN resulta crucial.
  • La memoria RAM.
  • El ancho de banda.
  • Lo que les guste sobreexplotar los recursos.

Esto último es importante ya que hay algunos proveedores de hosting que por ahorrar costes u ofrecer planes «ilimitados» imposibles, sobrecargan de trabajo a los servidores.

Carga de trabajo del servidor

No es lo mismo que 10 personas al día vean una página sencilla, hecha en HTML con pocas imágenes que 20.000 personas al día vean una página hecha con WordPress con plantillas y plugins menos optimizados que una empresa pública.

En resumidas cuentas, hay 2 elementos que condicionan la carga de trabajo del servidor:

  1. El tráfico. Un servidor trabaja más cuanta más gente esté visitando la web. Es decir, cuanto más tráfico tenga más tendrá que dividir los recursos disponibles para cada visita. Por eso cuando hay picos de tráfico es normal que los servidores vayan lentos o llegue un momento en el que se caigan, como bien saben en Renfe cuando lanzan alguna promo.

    Esto es como cuando vas a un restaurante y tiene más gente que un mercadillo en el que todo está a 50 céntimos. ¡Hay tantos comensales que los camareros no dan abasto y tardan mucho en atender a todos!
  2. El trabajo que requiera cada página. Para que el navegador muestre una página web, debe recibir un código HTML, CSS y Javascript (no siempre) que interpretar. Si la web está hecha directamente en HTML, para el servidor supone poco trabajo. Pero si está hecha usando un lenguaje de programación como php que encima haga consultas a la base de datos, el servidor tiene que trabajar para generar ese código HTML, CSS y Javascript. Por eso usar un CMS como WordPress es peor, a estos efectos, que una web hecha en HTML puro.

    Volviendo al ejemplo del restaurante, no es lo mismo pedir un vaso de agua que un plato ultramega elaborado de esos que tanto le gustan a Fernán Adriá.

Cantidad de peticiones que hace

Una petición es solicitar a un servidor que dé un recurso. Un recurso puede ser un archivo HTML externo, un CSS externo, un Javascript externo, una imagen, etc. que puede o puede no estar en el propio servidor.

Es como si la web le dijera al servidor «Borjamaaariii, mándame esta imagen de un gatito y esta hoja CSS de tu alojamiento y descarga del servidor de Pocholo este javascript que necesito para funcionar».

Volviendo al ejemplo del restaurante, Borjamari tardará menos en traer 3 cosas que ya hay en la cocina que en traer 20, de las cuales 5 tiene que ir a buscarlas a 2 tiendas distintas.

Cuantas más peticiones haya, más lenta cargará la página. Y si los servidores externos son lentos (como los de la web de fuentes de Google), hará que la página cargue más lenta de lo que debería.

El tamaño de los archivos que descarga

Sí, el tamaño SÍ importa. Al menos cuando hablamos de los ficheros que se cargan en una página web.

Las peticiones implican que se transfieran archivos desde el servidor hacia el ordenador. Aunque el ancho de banda del alojamiento sea bueno y la velocidad de conexión a Internet también, cuanto más grandes sean los ficheros a transferir, más lenta es la carga.

Por lo tanto, a la hora de construir una web hay que procurar que cada archivo pese lo justo y necesario.

¿Quieres que tu web cargue más rápido?

Si tienes una web que crees que va lenta, el primer paso es analizar que está pasando. Cuánto de lenta es y qué está causando esa lentitud. Para ello echaremos mano de nuestros amigos los analizadores de velocidad.

El que más me gusta es GTMetrix por toda la información que muestra, su facilidad de uso y que con una cuenta gratuita se pueden configurar parámetros importantes.

Esta herramienta mide la velocidad de carga página por página, por lo que hay que insertar una URL para que analice cuánto tarda en cargar SÓLO esa página. Por ejemplo, la URL de una entrada del blog.

Lo más habitual es que si no has hecho ningún trabajo de optimización la primera vez que usas GTmetrix te salga muy mala puntuación y muchas líneas rojas en los resultados de PageSpeed.

Hacer caso a las recomendaciones que hace cada uno de los elementos analizados y aplicar los cambios que solicitan aumentará la velocidad de carga de una web.

Pero no te puedo decir exactamente cómo tienes que hacer cada cambio ya que eso dependerá de cómo esté hecha tu web.

Si te pierdes en toda esa información, te recomiendo que contactes con alguien especialista en WPO (Web Page Optimization). Te aseguro que la cantidad de tiempo que te vas a ahorrar y los beneficios de ofrecer a tu clientela potencial una web que cargue rápido harán que la inversión económica que te toque hacer merezca la pena.

Y bueno, pues esto es todo por hoy. ¡Qué ganas tenía de escribir en el blog!

¡Hasta la próxima!

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